sábado, 30 de marzo de 2013

BROADWAY y una breve perspectiva del musical del siglo XX ( - 1920s)



Solo para brindar un marco de referencia inicial (cuyo merecido estudio mucho más detallado profundizaremos en muchos de los temas, producciones y figuras luego), describiremos a continuación  muy rápidamente el desarrollo del Musical y sus figuras más representativas.

El musical en su desarrollo del siglo XX y establecimiento como género se plantea principalmente norteamericano y ligado a Nueva York y el distrito teatral alrededor de la calle Broadway (que pasó de ser una simple calle a ser el símbolo de la forma artística más representativa de los Estados Unidos), sin ninguna duda, por lo que nos enfocaremos en ese proceso alternando su desarrollo central con el del resto del mundo.

El puerto de Nueva York, por las riberas del río Hudson, fue el escenario de la llegada de millones de inmigrantes durante el siglo XIX, que se adentraban a América con multitud de bagajes culturales, tradiciones, historias y músicas diferentes. Al principio del siglo fueron los irlandeses y luego los alemanes quienes llegaban a América escapando de la pobreza, pero hacia finales del siglo fueron los judíos y originarios de Europa Oriental quienes escapaban de la opresión política, ubicándose muchos de éstos en el “Lower East Side” de la ciudad. Así, en los barrios era común el encuentro social de de diferentes grupos sociales que compartían diferentes formas musicales y de entretenimiento.  Y así, conforme se fusionaban las divisiones étnicas, se iban estableciendo espectáculos muy variados, muy a la medida para las formas de “ Variety” que describimos anteriormente.[1]
 
Orchard Street at Hester. 1898. Library of Congress Collection.
 Orchard Street. 1898.
Museum of the City of New York via Lower East Side Tenement Museum (http://www.mcny.org/)
Ya desde mediados del siglo XIX, con el final de la guerra civil norteamericana, la ciudad de Nueva York era el indiscutible centro comercial y cultural del país, y en esa medida ya contaba con numerosos teatros, algunos de grandes proporciones como el Niblo’s Garden, con 3200 sillas (donde se presentó el famoso espectáculo THE BLACK CROOK desde 1866, creado con un ballet francés, que incluía chicas atractivas en el ballet y música popular).
El coro de THE BLACK CROOK


Leonard Bernstein explica en una de sus presentaciones en la serie de televisión “OMNIBUS” en 1956:
“Alguien llamado Barras escribió un melodrama alemán llamado THE BLACK CROOK, que no tenía nada que ver con música. Entretanto, una compañía de ballet francesa había llegado por estas costas buscando un teatro en donde pudieran presentarse establemente. Entonces la gran idea nació: con el fin de proporcionar un teatro a la compañía de ballet, se decidió fusionar en una las dos producciones. THE BLACK CROOK terminó ligado a canción y baile con escupitajos y gomas de mascar, y el espectáculo funcionó.” [2]




Se presentaban ya obras clásicas y empezaban a ser famosas las obras ligeras como las “extravaganzas”, pantomimas cómicas y los “burlesques”. De este modo la zona de Broadway en Nueva York, ya desde los 1870’s era centro teatral importante y centro de entretenimiento para la ciudad, lo que permitió que fuera una oportunidad de negocio interesante para muchos emprendedores que veían en éstas formas de entretenimiento una forma de hacer dinero y poco a poco se formaría el área teatral llamada “Distrito Teatral”.

Bienes y servicios de toda clase estaban disponibles al norte de la calle 42. El área norte y occidental de Broadway y la calle 42 se había degenerado hacia 1890 como la capital burdel de Manhattan, conocida oficialmente como Long Acre Square y popularmente como el Tenderloin (El filete de Carne Fresca). El norte de Broadway la calle 42 eran una tierra de nadie; a nadie se le ocurriría hacer un teatro allí, donde las familias de clase media, buscando entretenimiento, se rodeen de prostitución y corrupción. El arquitecto pionero del actual “Distrito Teatral” fue el inmigrante prusiano, emprendedor y soñador quimérico Oscar Hammerstein (abuelo del famoso libretista que mencionaremos tantas veces luego), que usaría su dinero y pasión para construir teatros entre las calles 43 y 45. El primero fue el Olympia en 1895, seguido por el Victoria Theatre en 1899. Luego, naturalmente en un mercado de competencia perfecta, surgirían nuevos entrantes al negocio, como los hermanos Sam , Lee y J.J. Shubert, que perdurarían como gran dinastía de productores.

 
Teatro Victoria de Oscar Hammerstein (1904) en la esquina de la calle 42 y la Séptima Avenida
Harry Houdini (1899) quien frecuentemente aparecía en los teatros de Hammerstein era el mayor escapista de su tiempo. En frente de la audiencia, él podía ser enredado entre cadenas en su cuerpo, sumergirse en un tanque de agua, y salir sin las cadenas.

Según John Kenrick[3]: “La forma que conocemos como Comedia Musical fue iniciada por Edward (Ned) Harrigan y Tony Hart. Sus shows, con textos y letras de Harrigan y música por su padre adoptivo  David Braham, fueron producidas en Broadway entre 1879 y 1884. The Mulligan Guards Ball (1879), Cordelia's Aspirations (1883) y el resto de sus series fueron extremadamente populares con el público inmigrante de clase media y baja de Nueva York. Los temas se enfocaban en problemas de la vida real como tensiones interraciales, corrupción política y violencia, pero había siempre suficiente humor para mantener a todos riendo. ”

Tony Hart (Vestido de mujer) y Ned Harrigan en THE LITTLE FRAUDS



Estos cómicos irlandeses actuaban con simpatía e ironía frente a la sociedad neoyorquina naciente, a lo que es biógrafo E.J. Kahn comenta: “Harrigan tenía el hábito de deplorar, medio en broma a los (inmigrantes) que no acudían a su teatro porque los incidentes que se mostraban no tenían ninguna diferencia con los que ellos experimentaban en casa”.[4]

Ya en los 1890’s existían numerosos shows musicales, primordialmente burlesque con grandes estrellas del momento y existían también shows de negros que ocurrían fuera de los teatros en lugares populares y aparte de la gran ciudad. Fuera de los Estados Unidos las operetas de Gilbert & Sullivan habían revolucionado el escenario musical desde los 1870’s en Inglaterra. Su difusión no tardó en llegar a los Estados Unidos con producciones famosas y memorables.  A media cuadra de la calle 28 (West 28th Street), entre Broadway y la Sexta Avenida, se generaba toda una fábrica de músicas que adujo el nombre de Tin Pan Alley, donde siempre habían partituras de canciones tradicionales y las empresas que los publicaban se estaban moviendo a ésta zona, y así surgían nuevas historias, ritmos y talentos que llegaban y salían de ahí hacia toda la nación.
George M. Cohan

En el vislumbrar del siglo XX, el teatro musical tendrá su principal gran hombre: George M. Cohan (1878-1942), un experimentado “todero”(compositor, escritor, director, productor, bailarín, etc.) de la escuela del Variety y Vaudeville.  En esos tiempos los artistas gastaban toda su vida preparando doce minutos de espectáculo para un Vaudeville, por lo que lo terminaban haciendo a la perfección. Cohan fué de esa generación, compartiendo con artistas de Vaudeville de talentos impresionantes. 
Cohan presentó sus principales éxitos musicales: Little Johnny Jones (1904), Forty-five minutes to Broadway (1906) y George Washington Jr. (1906), con canciones aún recordadas en el repertorio del musical moderno. Cohan fue llamado “The Man who Owned Broadway” hasta el final de los 1920’s, por su récord de espectáculos musicales en la gran escena neoyorquina de su tiempo.


Estatua de George M. Cohan en Times Square
La única figura del Teatro Musical con estatua en Nueva York


Partituras de THE COHAN REVUE 1916. Música y letras de George M.Cohan.
Publicado en New York por Irving Berlin en 1916.
Tin Pan Alley in Georgetown Special Collections.

El otro gran compositor de Broadway de principios de siglo sería un inmigrante irlandés que compuso mas de cuarenta musicales para Broadway, que van desde la comedia musical hasta la opereta: Victor Herbert (1859-1924), empezando con su primer opereta Prince Ananias (1894), pasando por el popular Babes in Toyland (1903) y culminando con The Ziegfeld Follies of 1924 (1924).

Victor Herbert (1859-1924)
George Grantham Bain Collection,
Prints and Photographs Division, Library of Congress
Babes in Toyland. Sheet music cover. 1903.
Victor Herbert Collection, Music Division, Library of Congress


Mientras tanto, el famoso productor de espectáculos Florence Ziegfeld se hizo famoso con sus Follies, un show cómico con música inspirado en las Follies Bergere, una revista parisense con un excepcionalmente atractivo coro femenino, el cual era el fondo principal del espectáculo. Esta será una base primordial del estilo de espectáculo del musical posterior de estos tiempos, que influenciaría a directores del cine musical tan importantes como Busby Berkeley.

El mismo Florence Ziegfeld seleccionaba a las chicas del elenco observando hasta el mínimo detalle, en una forma de selección que hoy sería plena explotación  (sátira frente al casting moderno de muchos espectáculos) pero que entonces estaba acorde a las bases morales, machistas y estéticas de su tiempo. 
Florence aducía (no sé si con la misma sátira ó sin intención): 

"Para que una chica sea seleccionada al FOLLIES tiene que tener personalidad y gracia. No me importa si el cabello es largo ó corto, si es rubia ó morena, en tanto muestre la cara apropiadamente.  Los ojos deben ser grandes y expresivos.  Tener un perfil común es definitivamente la mejor propiedad. La espalda y hombros, por supuesto, deben ser hermosos, y un cuello redondeado es también esencial, aunque unas manos con gracia también son necesarias. Las piernas deben estar bien formadas, y por último, pero no menos importante, las proporciones de la figura deben ser perfectas."[4]

Florence Ziegfeld posando con sus chicas "FOLLIES GIRLS" en un ensayo en 1931


BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:
THE IMMIGRANT SCENE. Ethnic Amusements in New York 1880-1920. Sabine Haenni.
University of Minnesota Press.2008.

THE STORY OF 42nd STREET. Mary C. Henderson and Alexis Greene.
Back Stage Books.  An Impront of Watson-Gutpill Publications. New York. 2008



[1] BROADWAY THE AMERICAN MUSICAL. Laurence Maslon. Based on the documentary film by Michael Kantor. Bulfinch Press. New York. 2004
[2] BROADWAY THE AMERICAN MUSICAL. Laurence Maslon. Based on the documentary film by Michael Kantor. Bulfinch Press. New York. 2004
[4] BROADWAY THE AMERICAN MUSICAL. Laurence Maslon. Based on the documentary film by Michael Kantor. Bulfinch Press. New York. 2004

miércoles, 6 de marzo de 2013

FORMAS DE ESPECTACULOS MUSICALES DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX


Todos estos, son formas que como elemento común incluyen canciones y enfoque de orden popular; tan popular que muchos de ellos se derivan de presentaciones en tabernas y sitios públicos, no precisamente teatros. La influencia de todas estas formas de teatro musical va a ser absolutamente notable en los temas y formas modificadas que adopta el musical del siglo XX. Muchos personajes, historias e incluso números musicales y obras completas del siglo XX se confunden con versiones de Operetas o vaudevilles modernos.


A- FRANCIA & ALEMANIA:   CABARET

El Cabaret nació en Francia y su nombre viene de la palabra francesa para “bodega de vinos” ó taberna. Se entiende por Cabaret normalmente al espacio artístico íntimo donde además de poder presenciar espectáculos, se puede hablar, comer y beber. Por su naturaleza se constituyó como un espacio de encuentro de artistas que atraía juglares, pensadores y cómicos de diferente naturaleza y público tanto popular como intelectual.

A mediados del siglo XIX el fenómeno de la Canción -“Chanson”- en Francia, toma un papel fundamental como forma de entretenimiento en cafés y “bistros”, pero sobretodo como medio de comunicación. Tengamos en cuenta que en esa época no existía radio ni televisión y, por tanto, mediante la Canción se contaban historias ó se satirizaban situaciones políticas del momento. Las presentaciones en los cafés fueron adquiriendo mayores proporciones y recibían permiso oficial para usar mayores vestuarios y accesorios, hasta el punto que se popularizó el término de “Café-Concert”, la forma francesa de lo que por Inglaterra se llamaría  “Music-Hall”. Estos “Café-Concerts” normalmente se presentaban a grandes audiencias, al aire libre y con bandas musicales de considerable tamaño.


Así, el Cabaret aparece en 1881 a partir de una sociedad literaria conocida como los “Hydropathes”, que se encontraban semanalmente para mostrarse los trabajos de sus poetas y escritores. Rodolphe Salis y algunos miembros de ésta sociedad deciden establecer el primer Cabaret Artístico, que denominan el Gato Negro “Chat Noir”, en Montmartre en París.  El nombre estaba basado en una famosa balada francesa del tiempo y su figura resultó ser un símbolo de la época. En los primeros años, con programas sin mucha estructura, se podía encontrar a Emile Goudeau recitando sus poemas ó a Claude Debussy dirigiendo un coro ó al cantante Maurice Mac-Nab, el genio de la balada macabra, interpretando sus canciones. Luego se desarrollaron varios memorables juegos de luces y sombras, anticipándose a la cinematografía, que deslumbraban a los públicos del momento.
                                                         




El éxito del “Chat Noir” convirtió a Montmartre como el centro artístico de París y cuando el cabaret cerró sus puertas en 1897 surgieron una cantidad importante de otros cabarets en la zona, que gozaron de bastante popularidad, tales como el Cabaret des Quat’z’ Arts, La Lune Rousse, Les Paintins y el famoso Le Mirliton, del famoso cantante Aristide Bruant, que figura recurrentemente en los posters de Tolouse-Lautrec.

Pronto la popularidad de los cabarets franceses se transladó a Alemania, que vivía una época llena de tradiciones conservadoras, censura en las artes y estricta rigidez en muchos ámbitos, incluyendo la sátira política, religiosa ó sexual. Así, en 1900 abrió sus puertas el “Uberbrettl” en Berlín, en un teatro rentado de 650 sillas, bajo la iniciativa del aristócrata y poeta Ernst von Wolzogen; éste no era exactamente un cabaret dado el tamaño, que no permitía la intimidad y libertad de los franceses, pero dio el primer paso hacia ofrecer un espectáculo de variedades. A partir de éste, surgieron alrededor varios pequeños cabarets.


Munich, sin embargo, era el centro artístico de Alemania, y en 1901 un grupo de pintores, estudiantes y actores que se llamaron a ellos mismos Die Elf Scharfrichter “Los 11 Ejecutores” abrieron el primer cabaret, el cual fue mucho más satírico, incluyó canciones y recitaciones tanto de hombres como de mujeres y enfrentó varias batallas con las autoridades por censura. Artistas famosos de éste cabaret contaban a Marya Delvard, la primera vampiresa del siglo (delgada, alta, pálida, de cabello rojo y boca ancha; tal como influenciaría a numerosos personajes y figuras del espectáculo a partir de ahí), ó el polémico poeta y baladista Frank Wedekind, reconocido como “revolucionario” y fuerte influencia para el joven entonces Bertolt Brecht, quien afirmaría su admiración en 1918:


Frank Wedekind (1868-1918)


(Traducción propia basada en la referencia en ingles[1])
“Su vitalidad era su característica más fina. Él solo tenía que entrar a un salón lleno de cientos de ruidosos estudiantes, o un escenario, con  su forma especial de caminar, con su cráneo moldeado como en bronce inclinado y con su empuje, y entonces todo era silencio… Y ahí estaba él parado, feo, brutal, peligroso, con su cabello corto rojizo, sus manos en los bolsillos del pantalón, y uno sentía que el demonio mismo no lo podía desafiar… Unas semanas antes en el Bonbonniere él cantó sus canciones con acompañamiento de guitarra con su voz quebradiza, ligeramente monótona y claramente no entrenada. Ningún cantante nunca me ha producido tal impacto, tanta emoción. Era la vitalidad intensa del hombre, la energía que le permitía defenderse con risitas del ridículo y proclamar su himno descarado a la humanidad, que también le supo dar ésta magia personal."


La primer obra de Wedekind fue Frühlings Erwachen (DESPERTAR DE PRIMAVERA) de 1918, donde muestra la pubertad e inicio de la vida sexual entre unos estudiantes, con escenas de suicidio y masturbación, por lo que provocó el escándalo. Naturalmente, ésta obra es el referente del exitoso musical de Broadway de 2003 SPRING AWAKENING.

De Alemania, el Cabaret también con humor elegante, pero bohemio, a Viena en Austria, donde se consolidaron famosos lugares como el Cabaret Fledermaus. Viena sería a su vez la puerta de entrada del cabaret a Budapest, Praga y luego a Moscú, donde también se institucionalizó el Fledermaus, en el subsuelo de un teatro, donde actores, cantantes y compositores improvisaban; muchos de estos actores pertenecían también al Teatro de Arte de Moscú de Stanislaviski.

Escena de la película CABARET. Dirigida por Bob Fosse. 1972


Con el nuevo siglo muchos cabarets por toda Europa serían lugar de encuentro para artistas e intelectuales y un vehículo para la vanguardia artística de la época, alojando el albor de movimientos como el futurismo de Marinetti en Milán ó el Dadá en el Cabaret Voltaire en Zurich. El Berlín cosmopolita de después de la primera guerra mundial recibiría toda la alegría de la postguerra, siendo el cabaret el espacio para una gran diversidad de visitantes: artistas expresionistas, mujeres en escena, nudistas, malversadores y comerciantes negros, homosexuales, vegetarianos, cortesanos, travestis, drogadictos, etc. Al mismo tiempo, los nuevos ritmos del jazz de Norteamérica enloquecía a la comunidad y brindaba nuevos aires a la variedad y goce de cada noche. El famoso musical CABARET, de Joe Masteroff, Fred Ebb y John Kander ó la película EL ANGEL AZUL con Marlene Dietrich de 1929, describen perfectamente el cabaret de Berlín de los años veintes.


Escena de EL ANGEL AZUL. Dirigida por Josef Von Sternberg. 1929


La influencia del Cabaret en el teatro de poetas tan importantes para el desarrollo del teatro mundial, y particularmente el latinoamericano, como Bertolt Brecht, es indudable. Sus primeras obras, sin duda, guardan estructuras de presentaciones de cabaret y muchos de sus actores provenían de estos escenarios.  En 1922, pocas noches después del estreno en Munich de su obra TAMBORES EN LA NOCHE, Brecht abriría su propio cabaret, Die Rote Zibebe (La Uva Roja). Allí se presentaban, además del mismo Brecht, artistas como la bailarina Valeska Gert, la cantante Annemarie Hase y el cómico Karl Valentin. La policía le dio, sin embargo, una licencia muy corta de operación, que pronto fue retirada por sus pronunciadas críticas del “heroísmo de la guerra”.

Brecht con clarinete junto a Karl Valentin con la tuba.
En el Oktoberfest de Munich.  1920-1921


La evolución continuaría hasta las medidas represivas de Hitler en décadas posteriores. Así, los enemigos del régimen nazi se trasladaron a otros países, donde surgieron cabarets de exiliados, tales como Viena, Praga, Zurich, París ó Londres, sin embargo, con mucha dificultad. Poco a poco, y con la evolución histórica, social y tecnológica del siglo XX, las formas de Cabaret se fueron integrando a las diferentes tendencias que van desde la popularidad de las canciones de Edith Piaf o Jacques Brel en París hasta formas de Cabaret transferidas a la televisión ó el teatro comercial.

América también hospedó el cabaret desde años tempranos. El famoso Cotton Club en New York, creado por el gángster Owney Madden en los años 20s, conservaba una figura de club nocturno y centro artístico-intelectual de la época. Hay referencias de que en 1910 la compañía del teatro parisino Bataclan hizo una gira por Sudamérica y su éxito en Buenos Aires fue tan importante que en lunfardo las bailarinas de revista empezaron a ser llamadas “Bataclanas”[2].  El primer cabaret famoso de Buenos Aires fue el Armenonville, inaugurado en 1910, y donde en 1913, Carlos Gardel realizaría su primer actuación durante una fiesta de año nuevo el 31 de diciembre de 1913.
Otros Cabarets famosos de Latinoamérica cuentan el TABARIS en Argentina en los años 40 y el TROPICANA en La Habana desde 1939.






B- INGLATERRA:   Music-Hall

The Green Gate Tabern (Printed in 1854)

Se le llamó Music-Hall al tipo de espectáculo de variedades, que incluía canción popular, comedia y baile, en Inglaterra a finales del siglo XIX.  Su origen data de muchos espectáculos y divertimentos en salones, teatros populares y espacios al fondo de los bares “Backroom of pubs”, donde se solía simplemente cantar canciones y los presentes podían comer, beber y fumar sin límites, por lo que el alcohol conducía poco a poco al público a unirse a los intérpretes con jolgorio y desenfreno. Siempre la estructura de éstos espectáculos involucraban a un “chairman” que presentaba los actos de canción y danza y trataba de mantener el orden en la sala a lo largo de la noche.
The Oxford Music-Hall (1972)



Pero en estos primeros años aún no se llamaba Music-Hall. El nombre se pudo empezar a usar hacia 1856, con la apertura del Canterbury Hall en Lambeth, en Londres, al que seguirían muchos otros Halls (en 1870 habían 31 grandes Halls en Londres y 384 en el resto de Inglaterra[3]), algunos de los cuales aún existen, donde se pagaba una admisión para entrar y adentro se servía “song and supper”. Era una forma muy popular de entretenimiento; se componían canciones especialmente para Music-Hall y, cuando en 1870 se construyeron escenarios más elaborados para su representación, tales como el London Pavilion (que daría paso al De-Luxe Hall ó Variety Theatre), incluso llegó a haber sindicatos de artistas de Music-Hall y numerosas historias y problemas alrededor de la aceptación ó prohibición de la comida y la bebida durante el espectáculo. Al final muchos de los más grandes salones del Variety Theatre se volvieron grandes escenarios muy formales, incluso al punto de llegar a ser aceptados públicamente por el Rey Jorge V, quien asistió a una presentación en el Palace Theatre en 1912. Entre estos grandes escenarios del Variety Theatre se encuentran el famoso London Palladium (1910) y el Colliseum Theatre (1904).

A principios del siglo XX, a diferencia del Cabaret en Alemania, el Music Hall obtuvo todo el apoyo público exaltando con canciones populares las hazañas de la guerra; es decir, el Music Hall fue utilizado a favor de unificar la nación incluso desde lo más popular.  Era un sitio de espectáculos mucho más refinado que el Cabaret alemán, sin duda.

Subsistió como alternativa de entretenimiento hasta la década de 1940s, donde fue desplazado por la popularidad del cine, la radio y luego la televisión. Sin embargo, su influencia se extendería a escenarios en USA y Francia y constituye una influencia directa en muchos Musicales, obras de teatro y trabajos para cine y televisión del siglo XX.

Basta recordar musicales como MY FAIR LADY o ME AND MY GIRL, tan populares en sus recreaciones en América Latina, para encontrar referentes a éste tipo de canciones y espectáculos tan británicos.

(Escena de la película THOSE WERE THE DAYS de 1934 presentando a la intérprete 
de music-hall Lily Morris (1883-1952)


Escena de THE GOOD OLD DAYS. A TV Show of BBC de 1953 a 1983 
recreando el Music Hall victoriano.


C- FRANCIA:   Varieté 
Se denomina Teatro de Variedades ó Espectáculo de Variedades ó el término francés VARIETÉ al espectáculo donde se presentan diferentes números aislados ó performances, que pueden incluir desde bailes, canciones, magia, malabarismo, artes circenses, imitadores hasta muestras de animales entrenados. Se denomina así por su origen en el Théatre des Variétes abierto en París en 1790.
El término se utilizaría para muchos formatos de espectáculos de diversos contenidos.


D-USA: Vaudeville
New Theatre en Boston. 1894
Teatro de Benjamin Franklin Keith,
conocido como el padre del Vaudeville americano
El Vaudeville, de la expresión francesa “Voix de Ville”, que signigica “Voz de la ciudad” ó “Canciones del pueblo”, se refiere a una forma de teatro popular que se desarrolló en Norteamérico entre la década de 1880 y 1930. Básicamente era la misma forma de Teatro de Variedades mencionada anteriormente.

Inició en 1881 con los espectáculos para varones, debido a su alto contenido de humor crudo y obsceno, producidos por Tony Pastor en 1881. Luego se adaptaría el modelo de espectáculo para todo tipo de público y se popularizaría a lo largo de las principales ciudades de los Estados Unidos, con alternativas para todo tipo de estrato social y tamaño del salón de espectáculos, hasta su decaimiento a principios de los años 30s debido a la popularidad del cine, migrando muchas de las estrellas de Vaudeville a la pantalla grande. El símbolo del fin del Vaudeville es el cierre en 1932 del New York City’s Palace Theatre, hoy nuevamente abierto en pleno Times Square y escenario de grandes musicales de Broadway.


Palace Theatre. New York



E-USA: Burlesque & Extravaganza

Estas son otras formas del Teatro de Variedades, similares a las anteriores, que tuvieron presencia tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, principalmente derivados de la Comedia ó sobre la ridiculización de un tema. En Norteamérica evolucionó hacia temas más eróticos siendo famosos los espectáculos de Burlesque en que, además de tantos números de variedades, famosas y bellas nudistas daban muestra de su sensualidad en espectáculos ligeros de strip-tease, tal como lo muestra el famoso musical de Broadway GYPSY.

Gypsy Rose Lee (1911-1970)
Famosa estrella de Burlesque
F-ESPAÑA: Revista
Del francés “Revue”, la revista es una forma de espectáculo teatral que combina baile y música con un tema central ó argumento sencillo, pero sin una estructura dramática muy formal. Normalmente tienen algún elemento conductor que une y da forma a la pieza dramática, tal como una situación ó una consigna requerida por unos personajes, pero sin desarrollar mucho el conflicto dramático; más como excusa para presentar los números musicales en medio de algunos números cómicos ó satíricos.

Se desarrolló principalmente a principios del siglo XX en Francia, Inglaterra y Estados Unidos, pero su mayor acogida curiosamente sería en los países latinos, incluyendo Argentina y España, donde su producción fue notable. Muchas estrellas legendarias de revista musical se distinguieron en éstos escenarios.

En España, la Revista musical pertenecía a un subgénero llamado “teatro frívolo”, donde acuñaban tanto a la Revista, como a la opereta y al cabaret. Hasta los años 30s los libretos de las revistas tenían un promedio de 5 a 10 escenas con música, luego elevado hasta alcanzar entre 10 y 15 escenas.[4] Por su importancia para Latinoamérica, volveremos sobre éste tema con mayor detalle.

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Todos éstos subgéneros de la comedia y del teatro de variedades son recurrentes importantes en el desarrollo del teatro musical moderno durante el siglo XX y, muchos de éstos, tienen un desarrollo muy particular en Latinoamérica que analizaremos con mayor profundidad.



[1] APPIGNANESI LISA. CABARET. The First hundred years. Grove Press, Inc. New York. 1975, 1984
[2] http://www.milonga.co.uk/lunfardo/bataclana/bataclan.html
[3] http://www.musichallcds.co.uk/music_hall_history.htm
[4] HISTORIA DEL TEATRO OLVIDADO. LA REVISTA. Juan José Montijano Ruíz. 2010.