Silvia Pinal (1931- )es una de las más grandes actrices
mexicanas de todos los tiempos, recordada mundialmente por ser la protagonista
del clásico del cine VIRIDIANA (1961), EL ANGEL EXTERMINADOR (1962) y SIMÓN DEL
DESIERTO (1964) del director español Luís Buñuel. Su abundante trabajo para el
cine y la televisión mexicanos la ha hecho popular en toda Latinoamérica, pero
en el teatro musical mexicano también marcó historia con una serie de grandes
producciones de musicales de Broadway puestos en México.
Estatua de Silvia Pinal en la Ciudad de México |
Su presencia en el teatro empezó al tomar clases de actuación
en Bellas Artes, siendo elegida reina estudiantil de México y así fue presentada con el
actor y director cubano Rafael Banquells, quien la incluyó en varios
espectáculos de la compañía teatral de Isabelita Blanch (1910-1983), famosa
actriz de origen español con una larga carrera en el teatro y los principios
del cine y la televisión mexicano. De ahí Silvia termina en matrimonio con el
cubano, con quien tienen una hija, también actriz, conocida como Silvia
Pasquel. Y tras otras parejas, incluyendo su famosa relación con Gustavo
Alatriste, quien produjo varias de las películas de la etapa con Buñuel, se
relaciona entonces con el cantante y figura del rock mexicano Enrique Guzmán,
de cuya relación nace la famosa cantante Alejandra Guzmán.
Su primer musical como actriz fue RING, RING LLAMA EL AMOR
(1958), versión al español de la comedia musical de Broadway BELLS ARE RINGING,
escrita por Betty Comden y Adolph Green y con música de Jule Styne. Este fue de
hecho el primer musical de Broadway puesto en México, pues MI BELLA DAMA de
Fábregas se estrenaría unos meses después. Comenta en una entrevista:
“ Yo fui
pionera en el teatro musical en México. La primera que hicimos fue “Ring, Ring.
Llama el amor”, que en Broadway estrenaron Judy Holliday con Sydney Chaplin,
uno de los hijos de Charlie Chaplin.
Por primera vez se hizo una comedia musical en México. Tuvimos mucho éxito pero la desgracia era que el precio de la entrada eran 12$. Y la nomina nuestra eran 12.000$ diarios. El teatro tenía 1.000 butacas y eran 12.000$s con el teatro lleno.
Trabajamos lo más que pudimos pero sin cobrar ni el director, ni el productor, ni yo.
Nada más la compañía y la orquesta, porque era con orquesta en vivo. Había treinta maestros de música tocando.
Esa fue la primera obra musical que se hizo. Luego nos fuimos de gira. Y en la gira nos repusimos y se recuperó todo el dinero y ganamos dinero.”[1]
Por primera vez se hizo una comedia musical en México. Tuvimos mucho éxito pero la desgracia era que el precio de la entrada eran 12$. Y la nomina nuestra eran 12.000$ diarios. El teatro tenía 1.000 butacas y eran 12.000$s con el teatro lleno.
Trabajamos lo más que pudimos pero sin cobrar ni el director, ni el productor, ni yo.
Nada más la compañía y la orquesta, porque era con orquesta en vivo. Había treinta maestros de música tocando.
Esa fue la primera obra musical que se hizo. Luego nos fuimos de gira. Y en la gira nos repusimos y se recuperó todo el dinero y ganamos dinero.”[1]
El reparto contaba
con Guillermo Rivas, Luís Gimeno, Manuel Valdés, Miguel Manzano, Manolita
Saval, Fredy Fernández. Con la coreografía de Edmundo Mendoza, Dirección
Musical de Enrico Cabiati, Escenografía de Julio Prieto y Luís de Llano Palmer
como director.
Respecto a éste espectáculo, Armando de María y Campos
comentaba:
“Para
quienes disfrutamos el privilegio de recordar y sentimos la memoria y el
corazón como archivos de emociones, cómo evocamos sucesos inolvidables al ir de
sorpresa en sorpresa, comprobando cómo el espectáculo frívolo musical no ha
muerto, ni podrá morir, si se cuenta con una vedette de los altos quilates de Silvia Pinal,
cuyo debut como estrella en esta fastuosa e inspirada comedia musical, con
haber sido brillantísimo, apenas es un indicio de lo que podrá llegar a ser en
este género en el que tiene predecesoras ilustres como Julia Fons, Consuelo
Hidalgo o Celia Gómez, en España; María Conesa, María Caballé o Celia
Montalbán, en México; Cipri Martín -aunque española-, en La Habana, y Gloria
Guzman, en fin, en tierras que baña la cruz del sur... Silvia Pinal se inicia
en el género, y no es inferior a ellas.”
El maestro Enrico Cabiati, al frente de una orquesta de veintisiete profesores,
es otro de los factores, importantes que contribuyen al éxito de este
espectáculo, musical ciento por ciento. La escenografía de Julio Prieto para
los veintidos cuadros que integran la revista, no sólo es bella y sencilla,
dándole ambiente acada cuadro, sino también funcional; Prieto usó varias veces
de un escenario giratorio. Merece también los parabienes de critíca y público,
al lado de quienes más lo merezcan y en primer término, Luis de Llano, gran
director.”[2]
En 1962 protagonizaría en México IRMA LA DULCE, que se había
estrenado en Paris en 1956, en Londres en 1958 y en Broadway en 1960, bajo la
dirección del famoso hombre de teatro Peter Brook. Contaría con la dirección de
Enrique Rambal y el actor Julio Alemán como su coprotagonista.
La sucesión de musicales de Broadway puestos por Pinal
continuaría con el título más representado de sus producciones: MAME. El optimista musical de Jerry Herman se había
estrenado en Broadway en 1966, y a México llegaría en 1972. Lo curioso es que
se repetiría en 1985 y luego en 1989, pasando por diferentes edades de la
estrella.
Y en 1976 se arriesgaría a protagonizar el famoso ANNIE GET
YOUR GUN, equiparando el papel que popularizaría a Ethel Merman en Broadway. En
México se presentaría como ANNIE ES UN TIRO, presentado por el productor Robert
Lerner, del que hablamos asociándose con Fábregas para traer MI BELLA DAMA. Se
presentó durante más de un año en el Teatro Hidalgo en la Ciudad de México y en
el elenco se contaban con Silvia, Guillermo Rivas, Eugenia Avendaño, Manuel
Gurría, Oscar Servín, Manuel López Ochoa y la niña Viridiana Alatriste, hija de
Silvia Pinal y Gustavo Alatriste, quien perdería la vida en 1982 en un
accidente automovilístico. La escenografía corría por David Anton, la dirección
musical por Jorge Neri y la dirección general de José Luís Ibáñez, quienes
constituían un equipo ya bastante tradicional en las puestas de Silvia Pinal y
en las puestas de las comedias musicales de muchos años.
Silvia Pinal en ANNIE ES UN TIRO
(1976)
En los años ochentas ella compra el Cine Estadio, que se
había inaugurado en 1949 con el estreno de la película de Disney “So dear to my
hearth”, y en éste se presentan diferentes espectáculos incluyendo la
producción de A CHORUS LINE, llevada bajo el título UN GRAN FINAL (1988) y LA
CAGE AUX FOLLES- LA JAULA DE LAS LOCAS (1992). En éste mismo teatro ella repondría
su exitosa versión de MAME y protagonizaría luego su versión de HELLO, DOLLY! –
QUÉ TAL, DOLLY! (1995). Todas estas producciones fueron dirigidas por José Luís
Ibáñez. En 1997 se presentaría en su teatro una versión de la ópera-rock EVITA,
bajo la dirección de Larry Fuller.
Pocos años después llevaría a la escena el famoso musical GYPSY (1998) donde creó el emblemático papel de Mamá Rose y compartió escena con su hija Alejandra Guzmán, en el papel de Gypsy Rose Lee y su nieta Stephanie Salas en el papel de June. Éste musical había sido presentado en México en 1961 protagonizado por Marga López en el papel de Mamá Rose y Claudia Islas, quienes fueron invitadas a una temporada de ésta recordada producción.
El teatro Silvia Pinal fue cerrado y vendido posteriormente y hoy funciona una iglesia cristiana. Silvia, aún activa, anuncia grandes proyectos de construcción de nuevos teatros en la ciudad de México.
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